Sobre mí
Sueño, corazón y calavera
Un sueño
Crecí entre historias de fantasía, terror y ciencia ficción, como cualquier niño en la España de los años 80 y 90. Entonces era fácil encontrar máquinas recreativas en cafeterías y restaurantes, y yo andaba encandilado con sus mundos, su arte y su acción endiablada.
Como la economía no estaba para marcianitos, solía quedarme a un lado viendo jugar a los demás. Y ya que estaba, miraba cada detalle con ojos curiosos para entender que tenían de especial mis juegos favoritos. Fue así como, poquito a poco, fui interiorizando su diseño.
En casa soñaba con crear mis propios títulos y me entretenía plantando ideas sobre el papel. Pero programar me parecía magia negra, un sueño imposible para un niño al que le costaban las mates.
Un corazón
Visto de negro, pero donde miro veo belleza: en las formas, letras, colores y hasta en las caras cansadas de la gente que va en el bus. Me gano el pan en una agencia de branding. Algunos días hasta disfruto el oficio, pero la tecnología y la moda se han vuelto tan volátiles que ya rara vez hay hueco para crear con mimo.
La cosa es que un día, mientras lidiaba con un torbellino de dramas, comprendí que los medios obsoletos siempre han estado a mi lado, ofreciéndome un espacio sereno en el que perderme y respirar. Y de paso, un terreno estable en el que construir mis propios mundos.
Empecé a experimentar bajo el manto de la noche. Luego la práctica me trajo de vuelta un sueño que, con todo lo aprendido, ya no parecía imposible. Sentí que dar forma a mis juegos me ayudaba mantener el alma de una pieza y antes de darme cuenta lo hice un hábito.
Una calavera
Con la papelera llena de proyectos, en 2008 terminé mi primer juego completo y lo subí a esta web, firmando con un nombre tonto sacado de una vieja historia y una calavera que representa varias cosas que me arropan: los videojuegos, los medios obsoletos, la ficción de esta y otras épocas, las subculturas alternativas y el anhelo de vivir en paz.
Desde entonces dedico una parte de mi tiempo a crear videojuegos de estilo clásico, trabajando a fuego lento, disfrutando el proceso y haciendo lo que me apetece hacer sin pensar mucho en su alcance.
Solo y en compañía
Locomalito es un proyecto tan personal que solo tendría sentido en solitario. Sin embargo, tuve la suerte de cruzarme en el camino con Gryzor87, amigo con ideas afines y esencia sonora del proyecto, capaz de sacar melodías profundas y complejas incluso del chip más tosco, Marek Barej y Jacobo García, quienes enriquecen las portadas y extras con sus ilustraciones, y Alberto McAlby, con quien trabajé estrechamente para llevar algunos juegos a las grandes plataformas.
En estos años nuestro proyecto común ha ido creciendo y ha llegado a lugares que nunca imaginamos gracias al apoyo de nuestros seres queridos, colaboradores y una comunidad global de personas con vidas muy dispares pero, como mínimo, un par de cosas en común.
Gracias por estar ahí ❤